Entre los que he tratado, tengo preferencia por los Dobermans. Tremendamente dominantes y sexys, sus pelotas y sus pijas tienen muy buen tamaño y suelen ser bastante activos. Sin embargo, la polla más grande que he visto era la de un Rottweiler que tenía un nudo como una pelota de tenis y un pito enorme y gordo como nunca he vuelto a ver en otro perro.