(PARTE 1)
Nunca habíamos tenido mascotas en casa a pesar de que siempre les pedía un perrito a mamá y papá. No me lo dieron, pero un buen día, cuando tenía yo 16 años, eso cambió.
No recuerdo el nombre de la perrita. Era una poodle preciosa, blanquita, coquetita. Era la perrita de una tía mía...